jueves, 13 de agosto de 2009

Cultura / Emilio Morenatti


Ésta es una de las fotos que más me gusta de Emilio Morenatti. No pongo ninguna de él porque he oído que no le gusta ser noticia. Por ello, presentar su trabajo lo entiendo como una labor de reconocimiento y aprecio a su entrega, a la vez que expresar cuánto siento su herida, aunque no dudo que seguirá... la cámara se lleva en la pupila siempre.

Abordo a Morenatti desde el punto de vista de Jerez. Cuando apenas se valora el esfuerzo por alcanzar metas personas, y parece que sólo son válidos los atajos, las cosas fáciles y simplonas, admiro la labor de Morenatti, paso a paso en su labor encomiable de fotógrafo.

Una sociedad no es próspera ni avanzada si su capital humano, las personas que la forman, se lo proponen serlo. Me llena de tristeza ver como Andalucía se anega del deseo de éxito inmediato, vive un deslumbramiento por el continente sin cuestionar el contenido. Salir en televisión, cantar y triunfar, tomar copas con un famoso… y de ese extremo, a la poca ambición personal de “trabajar de lo que sea”, ya sean chapuzas o poniendo ladrillos. Me pregunto cómo se pueden tener tan pocas aspiraciones, personales y laborales, qué cultura estamos construyendo que transmite tan pocos deseos de aprender, de descubrir, de ir siempre más allá.

Cuando contemplo casos como Morenatti, en el que sin salir en televisión, ha sabido encontrar un hueco. Por una parte, ha conseguido labrar esa pasión que siente por la fotografía. Y por otra parte, sin pretenderlo, demostrar que con perseverancia y paciencia, se puede llegar a donde uno quiera. Se puede.

lunes, 10 de agosto de 2009

San Juan... de los Caballeros


San Juan de los Caballeros es una de las seis parroquias históricas creadas por el rey Alfonso X El Sabio tras su reconquista de la ciudad, en el año 1264. Se trata de una única nave, con capillas adosadas, bóveda estrellada y una inmensa torre-fachada, solemne y sobria, esculpida bajo efecto de hacernos levantar la mirada. También llaman la atención las columnas toscanas, las hornacinas y el escudo del águila representando al apóstol San Juan en el atrio abovedado. Este templo jerezano evolucionó su arquitectura, llevando de la mano el Renacimiento y el Barroco, y sigue siendo parte del corazón que late entre las callejuelas del Jerez histórico.

El nombre de San Juan fue el bautizo que hizo Alfonso X El Sabio a las antiguas mezquitas, correspondiendo a los cuatro apóstoles, al patrón y a San Salvador. Pero vamos a ver por qué el sobrenombre de de los Caballeros a la parroquia del apóstol San Juan. Jerez fue reconquistada para la causa cristina en 1264, pero hasta la Batalla del Salado en 1340, cuando el Estrecho fue por fin dominado por las huestes cristianas, no cesaban la entrada de ejércitos árabes procedientes del norte de África. Estas numerosas entradas saqueaban ciudades, quemaban campos y arrasaban con todo lo que encontraban. Jerez, situada en la frontera, era la plaza más fuerte que encontraban al cruzar el estrecho, y por tanto, se convertía en una ciudad constantemente sitiada. Hay que subrayar que Jerez siempre tuvo una relación especial con la Corona. Ésta necesitaba de Jerez para mantener el Bajo Guadalete bajo control, siendo la Ciudad defensiva por excelencia de toda la provincia. Y Jerez era fiel y leal a la Corona, que la proveía y protegía.



El 12 de abril de 1285 desembarca en Tarifa el emir marroquí Abú Yusuf al frente de un poderoso ejército de benimerines, asolando las tierras de Sevilla y Jerez. En esos meses de lucha, estando la ciudad jerezana sitiada por tropas musulmanas, los caballeros jerezanos pertenecientes a las distintas órdenes militares que se ocupaban de su defensa, se reunieron como Consejo de Defensa en San Juan y decidieron firmar con su propia sangre una carta pidiendo ayuda al rey Sancho IV para la ciudad. Actualmente, en la bóveda de la sacristía se pueden contemplar esculpidas las cruces de las órdenes militares a las que pertenecieron tales caballeros jerezanos.